Manual práctico sobre la ejecución penal

Manual práctico sobre la ejecución penal

  • 0 comentario(s)

Compartir:

Las medidas alternativas a la prisión: suspensión, sustitución y expulsión. Tanto la suspensión de la ejecución de la pena como la sustitución presentan enormes dificultades en ocasiones, por no disponer de sistemas que garanticen el cumplimiento de las reales medidas complementarias a la suspensión; por ejemplo, en materia de programas formativos o de reeducación. Así, en muchas ocasiones se plasman en los textos penales acertadas medidas que luego se demuestran inoperantes en la práctica por la falta de mecanismos de desarrollo que permitan la exacta y correcta ejecución de lo acordado por el juez penal. En este sentido, es preciso trabajar en disposiciones o medidas de desarrollo que permitan la correcta ejecución en virtud de protocolos de actuación coordinada entre las distintas Administraciones.

Si es cierto que la respuesta carcelaria no es la única, y no debe serlo, también lo es que, si se apuesta por medidas alternativas a la prisión, ello se debe hacer bajo la filosofía de la efectiva ejecución de lo acordado por el juez penal. En caso contrario, todo quedará como una intención expuesta o plasmada en un papel, que no conllevará el ingreso en prisión del penado. Ni que decir tiene que desde el punto de vista de las víctimas resulta descorazonador que tras haber puesto una denuncia, y celebrado juicio oral, se dicte una sentencia condenatoria y se suspenda la ejecución de la pena sin más. La posición de la víctima en el proceso penal no debe enfocarse como la concepción de una mera declaración de un testigo. La víctima tiene que comprobar que el Estado de Derecho dispone de recursos, y los pone en marcha, para, en el caso de que se acuerde la suspensión de la ejecución de la pena, que ésta se complemente con programas formativos o de reeducación y se obligue al penado a realizar determinadas actividades resocializadoras que cumplan el fin contemplado en la Constitución. Además, se completa la obra con un repertorio de jurisprudencia sistemática por preceptos, actualizada a las últimas resoluciones dictadas en materia de medidas alternativas a la prisión, que asciende a ochenta autos y sentencias que resuelven los problemas que se suscitan en la parte teórico-práctica del manual, y una relación de veinticuatro formularios aplicables a lo que constituye el objeto del estudio.

Vicente Magro Servet y Esteban Solaz Solaz
2010
978-84-8126-733-4

68,00 € IVA Y ENVIO INCLUIDOS

INDICE

Prólogo


I. Introducción necesaria


II. La suspensión de la ejecución de la pena


III. La sustitución de la pena


IV. La sustitución de la pena por la expulsión del territorio nacional


V.- La nueva medida de libertada vigilada en la Ley Orgánica 5/2010


VI. Anexo de jurisprudencia


VII. Formularios


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

No hay comentarios de clientes en este momento.

Escribe tu comentario

Manual práctico sobre la ejecución penal

Manual práctico sobre la ejecución penal

Las medidas alternativas a la prisión: suspensión, sustitución y expulsión. Tanto la suspensión de la ejecución de la pena como la sustitución presentan enormes dificultades en ocasiones, por no disponer de sistemas que garanticen el cumplimiento de las reales medidas complementarias a la suspensión; por ejemplo, en materia de programas formativos o de reeducación. Así, en muchas ocasiones se plasman en los textos penales acertadas medidas que luego se demuestran inoperantes en la práctica por la falta de mecanismos de desarrollo que permitan la exacta y correcta ejecución de lo acordado por el juez penal. En este sentido, es preciso trabajar en disposiciones o medidas de desarrollo que permitan la correcta ejecución en virtud de protocolos de actuación coordinada entre las distintas Administraciones.

Si es cierto que la respuesta carcelaria no es la única, y no debe serlo, también lo es que, si se apuesta por medidas alternativas a la prisión, ello se debe hacer bajo la filosofía de la efectiva ejecución de lo acordado por el juez penal. En caso contrario, todo quedará como una intención expuesta o plasmada en un papel, que no conllevará el ingreso en prisión del penado. Ni que decir tiene que desde el punto de vista de las víctimas resulta descorazonador que tras haber puesto una denuncia, y celebrado juicio oral, se dicte una sentencia condenatoria y se suspenda la ejecución de la pena sin más. La posición de la víctima en el proceso penal no debe enfocarse como la concepción de una mera declaración de un testigo. La víctima tiene que comprobar que el Estado de Derecho dispone de recursos, y los pone en marcha, para, en el caso de que se acuerde la suspensión de la ejecución de la pena, que ésta se complemente con programas formativos o de reeducación y se obligue al penado a realizar determinadas actividades resocializadoras que cumplan el fin contemplado en la Constitución. Además, se completa la obra con un repertorio de jurisprudencia sistemática por preceptos, actualizada a las últimas resoluciones dictadas en materia de medidas alternativas a la prisión, que asciende a ochenta autos y sentencias que resuelven los problemas que se suscitan en la parte teórico-práctica del manual, y una relación de veinticuatro formularios aplicables a lo que constituye el objeto del estudio.

Vicente Magro Servet y Esteban Solaz Solaz
2010
978-84-8126-733-4

Producto Libros jurídicos
Scroll