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CURIOSIDADES

Abogacía joven y ejercicio por cuenta propia: claves del éxito. Por Quiara López

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Quiara López Ferrer. Abogada penalista. Socia y fundadora de QLF Abogacía penal

 

 

¡Qué difícil dar un consejo tan breve para animar a compañeros y compañeras noveles que inicien el ejercicio profesional de forma autónoma! Si hay algo claro que deseo transmitir con este mensaje es que: ¡no lo dudes! Solo quienes se atreven a dar el paso pueden alcanzar el éxito.

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Al finalizar la carrera de Derecho y el máster de abogacía, el alumnado sueña con iniciar su andadura profesional en el mejor de los despachos. Sin embargo, nadie nos habla de la opción de emprender nuestro propio camino, de las posibles colaboraciones y de todas las oportunidades que brinda la tecnología y los medios digitales.

 

No os engaño, a mí tampoco me lo contaron y aquí llegué por casualidad, o quizás fue el destino. Pero ahora que lo conozco solo puedo compartirlo con ilusión y entusiasmo. Y es que, en mi opinión, se trata de la única forma de ejercer la verdadera abogacía, pues solo de esta manera se logra la independencia real y, por ende, el respeto a la profesión responsable y al justiciable.

 

Eso sí, mi experiencia me ha enseñado que la clave del éxito radica en especializarte en una rama del Derecho. Nuestra profesión requiere de un estudio constante que, a no ser que te dediques a una materia concreta, resulta inabarcable. Además, es la única forma de disponer de tiempo (cuando desconoces la materia el tiempo invertido se multiplica) y así podrás dedicárselo a cada cliente como se lo merece y diferenciarte del típico despacho generalista. Igualmente, ser especialista te permite proponer unos honorarios dignos y, de nuevo, más tiempo que dedicar a cada asunto y al estudio para alcanzar la excelencia técnica.

 

Asimismo, las colaboraciones con colegas son fundamentales. Rodéate de profesionales con experiencia en tu materia para apoyarte cuando empiezas y busca una red de compañeros y compañeras que se dediquen a otras ramas para colaborar derivándoos asuntos. De nuevo, necesitas ser especialista.

 

¡Ah! Y no olvides invertir tiempo en construir tu marca personal. Crea una página web y perfiles de redes sociales. Aprovecha cada oportunidad para darte a conocer: acude a conferencias, escribe artículos jurídicos, construye una red. Te aseguro que dará sus frutos.

 

Yo elegí la abogacía penal y me especialicé en violencia sexual y de género, delitos violentos y menor infractor. Esta fue la clave de mi éxito, escoger una materia que amaba, dedicarle tiempo, cariño e ilusión.

 

 

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