Si eres lector de prensa y actualidad seguro que conocerás el nombre de Juana Rivas.
El caso Juana Rivas tuvo gran repercusión tanto a nivel nacional como internacional, ya que se trataba de un caso de violencia de género y sustracción de menores, en el cual intervenía la ex pareja de Juana de nacionalidad italiana.
¿Quieres conocer la relación entre la consultoría jurídica y el caso Juana Rivas? ¡Pues sigue leyendo!
En primer lugar, debemos conocer la figura del consultor jurídico. Esta denominación alude al profesional del derecho que se dedica a asesorar, aconsejar e informar sobre las formas de proceder ante una problemática jurídica determinada o una situación de la que se necesita conocer el contenido legal que le afecta.
Por lo general, un consultor jurídico se dedica también a la asistencia legal especializada según su campo, la elaboración y redacción de informes o dictámenes, la recomendación de actuación y la elaboración de documentos jurídicos. Normalmente se especializan en una rama jurídica específica o en un campo concreto dentro de ella.
¿Qué lo diferencia de un abogado? ¿Y de un asesor?
La principal diferencia y la más importante es que mientras que abogado y consultor jurídico son profesionales con estudios de grado en Derecho, el abogado va un paso más allá realizando el Máster de Acceso a la Abogacía y Práctica Jurídica, y teniendo que aprobar el examen de Acceso a la profesión de Abogado que realiza el Ministerio de Justicia de forma anual.
El consultor jurídico no necesita de forma obligatoria más formación que el grado en Derecho. Sin perjuicio alguno de haberse especializado en una rama del derecho de forma voluntaria por medio de cursos, máster o prácticas extra-curriculares.
Con respecto a la figura del asesor encontramos que los diferencia en concreto la periodicidad de su intervención con respecto a la problemática del cliente, es decir mientras que el asesor mantiene una relación sostenida y continuada en el tiempo, el consultor jurídico resuelve problemas o situaciones concretas y determinadas. No es una relación consultor-cliente continua.
Por ejemplo, en el caso de una pequeña empresa el asesor será quien esté al tanto de las facturaciones que se realizan anualmente para saber que cómputo de beneficios habrá al final del ejercicio. El consultor jurídico será quien asista a la empresa en el caso de necesitar ayuda ante una problemática en cuanto al origen tales beneficios de un año concreto.
¿Qué relación existe con el caso Juana Rivas? ¿Qué problemática suscita?
Como hemos visto en líneas anteriores, el consultor jurídico es una persona que posee una cualificación menor que la de un abogado, puesto que no se le exige para ejercer como tal.
En casos como el de Juana Rivas en el que se trataron temas de gran relevancia penal como son los delitos de sustracción de menores y lesiones por motivo de violencia de género, es muy importante estar asistido por un gran profesional con experiencia en la materia, que sepa como guiarte a la hora de realizar las diferentes actuaciones y distintos pasos procesales.
En este caso concreto, Juana Rivas acudió a la responsable de Igualdad en el Ayuntamiento de Granada, la cual la asesoró a lo largo de todo el procedimiento. Fueron muy numerosos y de enorme gravedad los errores que se cometieron, tanto a la hora de proceder de Juana, no devolviendo a sus hijos con su padre a Italia cuando correspondía. Así como otros errores procesales al no plantear los recursos correspondientes en la forma y plazo concretos.
El Colegio de Abogados de Granada denunció a esta consultora jurídica por intrusismo laboral, ya que comenzó a realizar actividades en el discurso de este procedimiento que le correspondían hacerse a un abogado colegiado exclusivamente.
¿Significa esto que siempre es mejor recibir servicios de un abogado que de un consultor jurídico?
No, un abogado y un consultor jurídico tienen funciones diferentes, lo importante es acudir a cada uno de ellos en función de la problemática que tengas. Normalmente un abogado te podrá solucionar de la misma forma un problema que un consultor jurídico, pero no funciona esta formula al revés.
En otras ocasiones, es posible que encuentres a un consultor que esté sumamente especializado en un campo concreto y el precio de sus servicios sea mas asequibles que los de un abogado, por tanto podrías acudir perfectamente a él si te resuelve el problema la diligencia y profesionalidad que merece tu caso.
La clave siempre estará en informarte, pedir segundas opiniones y valorar a nivel personal.
¡Esperamos haberte ayudado!