La transformación digital de los últimos años no ha dejado indiferente a nadie y no ha sido distinto para los operadores jurídicos. Hoy la tecnología es indispensable en el trabajo diario de cualquier despacho, aunque sabemos que su grado de implementación no resulta similar en todos los niveles. Nuestra forma de actuar ha cambiado radicalmente, sólo hace falta mirar nuestros teléfonos móviles para darnos cuenta de la tecnología que usamos día a día.
El concepto LegalTech no es nuevo pero es en los últimos años cuando está tomando realmente fuerza y es objeto incluso de estudios especializados en las universidades. No paramos de leer que tras la crisis sanitaria que ha sufrido nuestro país la mayoría de firmas legales, pequeñas, medianas y grandes, se han visto obligadas a adelantar esa transformación necesaria y apostar por servicios menos presenciales para los clientes. El uso de la tecnología en el mundo del Derecho es ya el presente y no el futuro.
Pero… ¿QUÉ ENTENDEMOS POR LEGALTECH?
De todas las definiciones posibles la más acertada, entendiéndola en un concepto amplio, sería la de aquellas herramientas tecnológicas o digitales que están al servicio del derecho, es decir, aquél software utilizado con finalidad jurídica.
Un concepto más cercano al uso de las tecnologías en los despachos, nos acerca a plataformas que encontramos en internet o programas informáticos específicos que nos sirven de soporte para trabajar. Las posibilidades por tanto de la LegalTech parecen infinitas.
¿DÓNDE SE DESELVUELVEN LAS TECNOLOGÍAS DEL DERECHO EN NUESTRO PAÍS?
La LegalTech española se enfoca principalmente en software de gestión, plataformas para interponer reclamaciones de manera online, marketplace o páginas web que comparan profesionales y nos sirven de lugar para ser visibles a clientes u otros compañeros, generadores automáticos de documentación legal y soportes para dar validez probatoria a documentación digital. A pesar de esta lista, encontramos un sinfín de aplicaciones más; bases de datos y de análisis jurisprudencial, buscadores de errores en documentos jurídicos o plataformas enfocadas en el e-learning y webinars para seguir aprendiendo.
Haciendo un resumen de las principales herramientas que podemos encontrar en el mercado y que podrían tener un enorme impacto en nuestros despachos aparecen las LegalTech enfocadas a la organización (software de gestión). Plataformas que nos permiten controlar toda la planificación del trabajo desde una simple App; avisos automatizados, expedientes electrónicos en la nube, orden de prioridad en las notificaciones, controlar las actuaciones realizadas o gestionar la facturación que llevemos. Podemos encontrar un amplio abanico de posibilidades según el gestor que elijamos, con distintas configuraciones y precios según las funcionalidades que busquemos.
Otras de las LegalTech de mayor impacto son las páginas web de comparadores de profesionales, establecen clasificaciones y organizan a los abogados según sus especialidades, lugar de trabajo y éxito en litigios. En ocasiones permiten el contacto directo del cliente con el abogado que desean contratar. Como letrado, aparecer en estas webs supone un elemento diferenciador en relación a la competencia. La presencia en internet es una necesidad palpable del sector jurídico ya que los clientes acuden asiduamente a los buscadores para obtener información sobre la calidad del servicio que quieren recibir y comparar precios.
Otra LegalTech diferenciadora para el letrado en su trabajo diario es el software de análisis de jurisprudencia y las bases de datos. Existen plataformas que utilizan la tecnología del Big Data basada en el tratamiento masivo de datos cruzados y complejos sistemas matemáticos de estadística que nos permiten conocer o predecir cuál es la viabilidad de un asunto si llega a los tribunales. La Inteligencia Artificial está cada día más presente entre los abogados. Trasladado a un ejemplo práctico, nos permitiría saber cuáles son las cuantías de pensiones de alimentos que se aplican en casos similares al nuestro en algún juzgado de primera instancia concreto y darnos un porcentaje aproximado de éxito.
Entonces… ¿LA LEGALTECH ES EXCLUSIVAMENTE PARA DESPACHOS PROFESIONALES?
La respuesta debe ser contundentemente no. El ámbito de desarrollo de las tecnologías al servicio del derecho abarca mucho más que su uso exclusivo por despachos. Como ya hemos visto, existen plataformas, respaldadas por letrados, creadas para realizar reclamaciones o que proveen a los usuarios de contratos tipo. El sector legal en este ámbito se encamina a la autogestión del cliente que ve reducidos los costes de acudir directamente a un despacho y se somete al proceso intuitivo y sencillo de la contratación online.
La LegalTech llega incluso a los Colegios Profesionales que adquieren productos y servicios para sus colegiados, facilitándoles muchísimo su labor de trabajo. Pensemos en el tratamiento informático que reciben las solicitudes del turno de oficio y cómo se encaminan cada vez más a una automatización absoluta.
Las universidades y los principales centros de estudios también implementan cada vez más el uso de las tecnologías dando acceso a sus alumnos, incluso las Administraciones Públicas también se han subido al carro, el ejemplo más claro en el sector de la abogacía lo encontramos en LexNet, usado para comunicarnos con órganos judiciales.
¿POR QUÉ DEBERÍAS IMPLEMENTAR LAS TECNOLOGÍAS EN TU DESPACHO?
Muchos profesionales creen que someterse a los procesos de digitalización resulta excesivamente caro y que el uso de las tecnologías está reservado en exclusiva para las grandes firmas legales que pueden afrontar los costos. Esto es un error común, a día de hoy las plataformas ofrecen tarifas de servicio realmente baratas para el beneficio que podemos obtener.
Otros creen que en su especialización no es posible usar las nuevas tecnologías. Nada más lejos de la realidad, el ejemplo lo encontramos en el ámbito del derecho de familia dónde aparecen iniciativas digitales que facilitan las relaciones post-matrimoniales o herramientas para realizar los cálculos de la pena a imponer en la jurisdicción penal.
Únicamente es cuestión de buscar la LegalTech que más se ajuste a nuestras necesidades y al servicio jurídico que ofertemos.
El letrado que está bien formado en nuevas tecnologías y que intenta estar al día en todas las novedades del mercado se diferenciará, podrá ser más eficiente y dará a sus clientes un mejor servicio. Las LegalTech están siendo sin duda un punto de inflexión en el mundo jurídico, nuevas oportunidades de negocio que se abren paso y que no podemos ignorar si queremos crecer como profesionales.