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ENTREVISTAS

Casi 30 años apoyando el crecimiento del Centro de Estudios Garrigues. Entrevistamos a Carmina de Pablo

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Entrevistamos a Carmina de Pablo Pecharromán, directora de Relaciones Institucionales del Centro de Estudios Garrigues, y participe de su crecimiento desde los inicios de esta reconocida escuela de derecho en 1994.

Carmina ha vivido el centro como propio, participando activamente en su estrategia de posicionamiento durante casi 30 años. Toda una vida dedicada, detrás de los focos mediáticos, a situar a esta organización como una de las más elitistas y prestigiosas de España en formación jurídica.

Le preguntamos sobre su contacto con miles de alumnos de derecho, la evolución de la oferta formativa, o la pujante guerra por la atracción y captación de talento en el sector legal. También sobre cuestiones más personales sobre sus lecturas o lugares donde perderse.

  • Casi 30 años liderando las Relaciones Institucionales de un centro formativo de primer nivel ¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajar en este proyecto desde su fundación?

Es una experiencia realmente enriquecedora que me ha permitido tener una visión completa de un proyecto que desde su nacimiento me pareció una apuesta innovadora y coherente y que, lógicamente, me apasionó: enseñar Derecho desde la práctica.

El propósito del Centro de Estudios Garrigues fue crear una institución formativa en la que se pudiera formar en el ejercicio de la profesión a los futuros referentes en la práctica, y, sin duda, este origen ha impregnado toda su esencia.

Me siento realmente una privilegiada de haber sido partícipe de este proyecto desde el inicio en el año 1994, lo que me ha posibilitado mirar desde una atalaya y apreciar su recorrido, transformación y crecimiento. He vivido el Centro como un proyecto propio. El compromiso con el proyecto ha sido determinante para disfrutarlo. Ha sido una oportunidad magnifica para impulsar su estrategia y me siento orgullosa de haber aportado mi granito de arena en su desarrollo y evolución.

Y lo más importante, me ha permitido conocer a profesionales de primer nivel, de los que he aprendido mucho y sin duda, ha sido un lujo compartir con ellos algunos momentos de este camino. Habría muchos nombres que destacar y no tengo duda de que lo mejor que me he encontrado en el Centro es su equipo humano.

 

  • ¿Qué cambios destacarías respecto a cómo ha evolucionado la oferta formativa del sector legal?

El Derecho ha evolucionado, nos encontramos con nuevos retos y tendencias, y el mercado requiere nuevos perfiles. La formación debe de prepararnos para la vida profesional. El tránsito de la vida universitaria a la vida profesional plantea a los jóvenes un salto cualitativo en las exigencias de conocimientos y actitudes profesionales que se les requieren.

El diseño de la oferta formativa debe ir acorde con los cambios de la profesión y de la sociedad, no obstante, esta siempre debe tener como punto de partida y como meta la calidad y la especialización. Pueden cambiar los formatos, los contenidos o el canal, pero es vital que quienes lo imparten sean aquellos profesionales que se enfrentan con la aplicación práctica a diario.

Se ha evolucionado mucho en cuanto a nuevas disciplinas jurídicas que hace unos años eran impensables, como el derecho de la moda, todo lo relacionado con la tecnología, la sostenibilidad, el desarrollo del cumplimiento normativo en el seno de las empresas y otros fenómenos empresariales y sociales que han generado nuevas necesidades regulatorias.

 

  • En este tiempo, has tenido contacto de primera mano con los jóvenes y el talento del sector legal, ¿Qué demanda actualmente un estudiante o joven abogado de un centro formativo?

La escuela donde te especializas debe cumplir con tus expectativas y permitir al alumno la entrada al mercado laboral por “la puerta grande” y, a su vez, el alumno debe estar a la altura de las exigencias y responder con su implicación y esfuerzo a lo que requiere el mercado.

Creo que los estudiantes quieren acercarse a la realidad, a vivir como si estuvieran en el ejercicio de la actividad profesional y no a centrarse únicamente en la teoría y los libros. Buscan una experiencia transformadora distinta que les permita sentirse preparados para el mundo laboral.

Un centro formativo de referencia debe atraer a los mejores alumnos para que se conviertan en profesionales excelentes. Por ello, la finalidad de nuestros programas es que al término de los mismos nuestros alumnos puedan enfrentarse con la máxima competencia a la vida profesional. En lo posible intentamos reproducir el esquema de funcionamiento de las empresas y de los despachos más exigentes en nuestras aulas, de modo que cuando se incorporan al mercado, nuestros alumnos no adviertan diferencias sustanciales en el modo en el que se les exige trabajar.

“La escuela donde te especializas debe permitir al alumno la entrada al mercado laboral por “la puerta grande””

  • Como es conocido, las firmas legales están en una pujante guerra por la atracción de talento. La mayoría de los estudiantes ya no aspiran a ser socios a cualquier precio ¿Qué crees que esperan los jóvenes de la firma o empresa en la que trabajan?

Hay una evolución en las inquietudes de los jóvenes juristas, pero también creo que el sector está evolucionando: la búsqueda del talento es una prioridad para todos.

Hay personas que aportan y organizaciones que aportan, y ambas están condenadas a entenderse buscando el lugar donde ser realmente valioso y que se ajuste a las expectativas de cada uno de ellos. Creo que se demanda siempre lo mismo tanto del lado de las empresas como de los jóvenes profesionales: el compromiso.

Como integrante de una institución formativa, os puedo garantizar que es apasionante y altamente motivador encontrarte con personas tan ilusionadas, valiosas y tan entusiastas y ver cómo se transforman en grandes profesionales.

Cuando hablo de “buena oportunidad”, me refiero a encontrar la organización, carrera profesional y cultura empresarial que encajen con tus objetivos y que hagan que te sientas feliz y realizado en tu trabajo. Y esto es lo que, a mi entender, buscan los jóvenes hoy en día.

 

  • No podemos olvidarnos del Premio Jóvenes Juristas, ya por su 23 edición, y del cual has sido una de sus principales impulsoras ¿En qué consiste este premio? ¿Cómo ha sido su evolución hasta conseguir el reconocimiento del que goza hoy en día?

Sí, los mejores estudiantes de Derecho tienen premio: el Premio Jóvenes Juristas, el cual se dirige a alumnos de último curso del grado (o dobles grados) de Derecho y tiene por objeto incentivar la excelencia en el conocimiento del Derecho de Empresa y la destreza en su aplicación práctica.

Siempre he creído en el Premio como un instrumento realmente valioso para las nuevas generaciones de abogados, y un buque insignia del Centro de Estudios Garrigues, y es todo un honor organizarlo año tras año.

El Premio, así como las becas a la excelencia académica son dos fórmulas por las que hay que apostar con convencimiento y determinación. Es fundamental impulsar a la gente con talento, facilitando oportunidades que les permitan demostrar su potencial con independencia de otras circunstancias.  Esto es, para mí, un compromiso personal y profesional y es altamente gratificante.

 

  • Formación online, con realidad virtual, experiencias inmersivas, metaverso, etc. ¿Qué nos deparará el futuro de la formación legal?

Sin duda ese es el camino: las experiencias inmersivas y el uso de las últimas tecnologías en el aula permitiendo llevar la formación de los estudiantes un paso más allá.

No obstante, valoro de forma especial la presencialidad, ya que detrás de los profesionales hay personas, y el contacto con otras personas del sector que te hagan crecer, enriquecer y desarrollarte como persona es algo imprescindible. Por ello, nuestra labor es ofrecer un equilibrio, preparando a nuestros estudiantes para un mundo altamente tecnológico, pero también profesionales que sepan trabajar en equipo y gestionar personas.

 

  • Una frase que te identifique o te guste

Hay una frase que me encanta y es “No es la apariencia, es la esencia; no es el dinero, es la educación”.

Creo que el aprendizaje junto con la educación puede desarrollar la mejor versión de las personas y resulta un fenómeno transformador capaz de diferenciar a las mismas desde una perspectiva transversal e integral. La vida no siempre es fácil y, si somos capaces de guiarnos por la dignidad y la humildad, como alguno de los valores diferenciales el mundo será un poco mejor.

 

  • Un libro (no jurídico) que recomendarías

Recomendaría cualquier libro que, en el momento en que lo leas, te lleve a trasladarte a   sus páginas y que entonces te toque el alma.

Por mi parte, me ha encantado la lectura de libros diversos: Los pilares de la tierra, El perfume, Miau, Señora de Rojo sobre fondo gris, Sin noticias de Gurb, la Metamorfosis, El túnel. Ahora estoy con “El infinito en un junco” y ¡merece la pena!

 

  • Un lugar en el que perderte

El mundo es precioso, hay mil lugares y elegir siempre es complicado porque no es solo el lugar, es el recuerdo, la sensación creada, las personas con los que lo compartes.

Tengo la suerte de atesorar muchos lugares especiales y muchas imágenes bonitas. Si solo puedo elegir uno entonces, aquí si hablaré del título de un libro: “Donde el corazón te lleve” y en esa elección me marcan claramente mis raíces. Nací en Madrid pero soy una segoviana enamorada de mi sierra y mi corazón me lleva a Sotosalbos, ese es mi lugar en el mundo. Mis padres han sido mis referentes, mis guías y estoy profundamente orgullosa se ser su hija, ambos eran de allí, así que cómo no voy a adorar a esta tierra si no pudo dar mejor fruto.

También es verdad que soy capaz de apreciar y disfrutar de mil paisajes, Roma me atrapó profundamente y volveré siempre que pueda, y en el norte de España he encontrado algún paraje con paisajes magníficos cerca de montañas, mar y rías que también he adoptado como propio y lo he disfrutado con mi bilbaíno favorito, mi hijo.

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