Según el censo, más de 74.000 colegiados componían el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid en 2022. El Ministerio de Universidades del Gobierno de España lanzó recientemente una estadística de estudiantes universitarios en el que se recogía que el 46,9% escogía la carrera jurídica o como principal opción.
La rama jurídica sigue liderando los rankings de carreras universitarias. ¿Con estos datos, como diferenciarse en un sistema cada vez más reglado y establecido? Sencillamente, con nuestra marca personal, apoyándonos en plataformas como LinkedIn. Muchos creen que es contradictorio o incluso perjudicial desarrollar una marca personal a través de redes si no se es creador de contenido o personaje público. Nada más lejos de la realidad. Como futuros letrados y profesionales, un estudiante de derecho debe saber aprovechar aquellas herramientas a su alcance y LinkedIn, en mi opinión agrupa bien varias de ellas.
En primer lugar, LinkedIn es la red de contactos profesionales por excelencia. El networking que puedes llegar a realizar es abrumador y como estudiantes universitarios o de postgrado, saber manejar esta plataforma nos brindará ventajas inimaginables. No es necesario publicar diariamente contenido, pero al compartir con tu red una mera jornada formativa de relevancia, mencionando a los ponentes y agradeciendo a la organización, estarás alcanzando visibilidad entre futuros reclutadores y compañeros de profesión. Es una auténtica carta de presentación.
Por otro lado, LinkedIn nos ofrece la posibilidad de dar publicidad a artículos académicos. Considero que esta opción de la plataforma es realmente interesante. Durante sus estudios, muchos estudiantes piensan “que no tienen nada que añadir”. Sin embargo, realizar una breve recopilación de doctrina o jurisprudencia y ofrecer tu contrastada opinión sobre un asunto jurídico de actualidad, marcará definitivamente la diferencia. Piensa que puedes llegar a crear una especie de newsletter o periódico semanal. Tus contactos podrán reaccionar, comentar y compartir tu contenido y estarás contribuyendo de manera inconsciente y dinámica al debate jurídico. Si te diese vergüenza publicar solo, puedes solicitar ayuda a algún amigo o profesor de la carrera. ¡Es una gran opción colaborar en conjunto!
Además de resaltar tu formación académica en Derecho, es más que apropiado en tu perfil de LinkedIn mencionar los talleres, cursos y otras experiencias formativas que hayan contribuido a tu desarrollo profesional, incluso si no están directamente vinculados al campo legal. Esta información no solo muestra habilidades adicionales, sino que también demuestra tu compromiso y motivación por seguir aprendiendo como profesional y persona.
LinkedIn también ofrece una gran plataforma de búsqueda y atracción de talento. Si bien es cierto que muchas firmas y empresas reclutan a través de las propias universidades o páginas web, LinkedIn goza de su propio portal de empleo donde también encontraras ofertas interesantes, sobre todo en el entorno internacional. Si además disfrutas LinkedIn Premium- el cual recomiendo verdaderamente suscribir – podrás llegar incluso a visualizar métricas y comparar tu solicitud con las de otros solicitantes, así como acceder con mayor facilidad a los reclutadores o hacer seguimiento de las ofertas a las que apliques.
En LinkedIn, puedes incluir recomendaciones de antiguos jefes, mentores o personas que hayan sido parte importante de tu formación académica y profesional. No es necesario tener recomendaciones de cada trabajo que hayas tenido; es suficiente con destacar aquellas de roles que hayan sido especialmente relevantes o que representen experiencias laborales significativas donde tus habilidades puedan resaltarse.
Otra herramienta de utilidad que nos ofrece esta plataforma es la cantidad de eventos y oportunidades que se publican a diario. Recientemente pude encontrar un programa de liderazgo debido a que uno de mis contactos lo había compartido en su red. Lo mismo sucede con jornadas formativas, programas de emprendimiento o charlas sobre tendencias del sector. Un consejo personal es que, al darte de alta en la plataforma, si no lo has hecho ya, sigas a los principales despachos y revistas jurídicas. Estos comparten con asiduidad, numerosos eventos que acogen en sus sedes, muchos de ellos públicos o para personas del sector. Desde un desayuno sobre la actualidad tributaria hasta una charla sobre la IA en los despachos, considero esencial que los futuros abogados tengan acceso a este gran abanico de opciones.
Por último, la marca personal de un abogado comienza a gestarse directamente en su formación. Una visibilidad adecuada de nuestro perfil puede ser la diferencia entre ser o no admitido en un proceso de un gran despacho. De nuevo, curriculums y cartas de recomendación hay muchas, perfiles que un demuestren verdadero interés por el sector, escasos.
Así mismo, debemos de evitar, desde luego, cometer ciertos errores. En primer lugar, se selectivo con las personas que aceptas en tu red. Si bien es otra red social como puede ser Instagram, en este caso, está dirigida estrictamente al ámbito laboral o académico por lo que evita reaccionar o compartir contenido inadecuado. En segundo lugar, mi consejo es mantener la mayor neutralidad política que puedas. LinkedIn es un espacio de debate y reflexión, pero considero que la diplomacia es lo que suele imperar, no la confrontación. Por ello, trata de opinar siempre desde el más absoluto respeto, siendo completamente tolerante con las opiniones ajenas e invitando a la reflexión conjunta. Por otro lado, considero relevante también dar publicidad a toda aquella actividad que realices y que creas, puede aportar un valor añadido a tu perfil profesional. En LinkedIn no se trata de registrar exclusivamente, la universidad en la que estudias sino todo suceso que pueda marcar la diferencia en un proceso de selección. Por ello, no dudes en añadir voluntariados, idiomas, programas de emprendimiento y eventos a los que asistas.
Respecto a la foto de perfil, escoge una foto sobria pero que te represente – prohibidas las fotos en la fiesta de tu graduación o tomando el sol en Formentera-. Lo ideal es una foto con fondo blanco, pero si no, bastará con una foto de cintura para arriba, mostrando una gran sonrisa y con una vestimenta formal. Así mismo, intenta darles uso a los mensajes por la plataforma. A pesar de lo que muchos jóvenes piensan, las personas agradecen que se les demande su opinión o aprobación en distintos asuntos. Por ello, no dudes en escribir a ese profesor de Derecho Aduanero, agradecer a quien te haya entrevistado en un proceso o contactar cona el ponente de la última charla a la que asististe.
En conclusión, LinkedIn se ha convertido en un aliado fundamental para aquellos que buscan avanzar en el campo del Derecho. Más allá de ser una simple plataforma de redes sociales, se ha erigido como una herramienta poderosa para conectarse con profesionales del sector, acceder a oportunidades laborales, y mantenerse al tanto de las tendencias y novedades legales. En el mundo del Derecho, la red de contactos y la visibilidad son cruciales. LinkedIn ofrece la posibilidad de construir relaciones sólidas con colegas, profesionales de renombre e incluso potenciales empleadores. Además, permite compartir conocimientos, participar en debates y contribuir a la comunidad jurídica, estableciendo así una reputación sólida. La plataforma ofrece espacios para mostrar logros académicos, publicaciones, participación en conferencias o proyectos relevantes, lo cual es invaluable para diferenciarse en un mercado laboral competitivo como el legal. En resumen, aprovechar al máximo LinkedIn puede ser la clave para superar el grado de Derecho, establecer una red sólida de contactos, acceder a oportunidades laborales y mantenerse actualizado en un campo en constante evolución como es el Derecho.