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HABILIDADES & MANAGEMENT

¿Quieres mejorar tu productividad? Entrena tu mente. Por Berta Santos

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Berta Santos. Coach jurídico y formadora especializada en habilidades soft para el sector legal

 

Uno de los temas que suelo tratar más en mis sesiones de coaching es la productividad del abogado y del despacho, especialmente en las personas que tienen despacho propio y, sobre todo, con la llegada de la inteligencia artificial.

La principal ventaja de contar con un despacho propio es la libertad de horarios. No obstante, esa libertad puede jugarnos en contra si nos vemos inmersos en dedicar demasiadas horas al despacho, especialmente en los inicios, aunque también es un tema recurrente en despachos más consolidados.

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Mejorar la productividad no es únicamente un decálogo de buenas intenciones o una cuestión de hábitos. En la productividad incide un elemento clave y complejo: nuestra mente. Si estamos recibiendo mensajes de nuestra mente para no ser personas productivas, aprender nuevos hábitos no será suficiente, sino que será necesario transformarla.

Por tanto, ¿Cómo podemos transformar nuestra mente para convertirnos en personas más productivas?:

 

  • Reconocer cuáles los pensamientos saboteadores de mi productividad

El autoconocimiento es clave en el entrenamiento de la mente, además de identificar los pensamientos que están impidiendo el aprovechamiento de las horas trabajadas y ser lo más honesto posible con uno mismo.

Algunos ejemplos de preguntas que podrían ayudarnos a identificar esos pensamientos son: ¿Qué pienso sobre mis capacidades como abogado? ¿Qué pienso sobre los clientes? ¿Qué pienso sobre mi trabajo?  ¿Cómo me veo como abogado?

 

  • Lidiar con el perfeccionismo y cambiar su tendencia

En ocasiones, nuestra mente nos lleva a desear la perfección y, en consecuencia, dedicarle excesivas horas a un asunto que no generará rentabilidad.

¿Y si aceptara que por muchas horas que le dedique a un asunto no estará perfecto? ¿Y si marcara un máximo de horas dedicadas por cada asunto? ¿Y si reconociera que para tener éxito en la abogacía no es necesario ser un abogado perfecto?

 

  • Identificar mis escapes y ladrones de tiempo

Si no estamos siendo personas productivas es porque estamos dedicando tiempo a actividades que, o bien que no forman parte de nuestro trabajo, o bien son actividades no facturables. ¿Cuáles son esas actividades? ¿Cuánto tiempo pierdo en redes sociales o en internet? ¿Cuánto tiempo he dedicado a esa reunión interminable con el cliente? ¿Para qué le he dedicado tantas horas a esa reunión? ¿De qué me estoy evadiendo cuando pierdo el tiempo en redes sociales?

 

  • Nombrar las emociones que entran en juego

Siempre hay una buena razón en nuestra mente para impedir la productividad, y esa buena razón suele ser alguna emoción: el miedo, la frustración, etc., ¿Y si todo lo anterior lo hago porque tengo miedo a afrontar un caso o un cliente difícil o no me siento preparado para ello?

Si logramos entrenar nuestra mente y reconocer nuestras emociones daremos un gran paso para mejorar nuestra productividad, aumentar nuestro bienestar en el trabajo y disponer de más tiempo libre para conciliar nuestra vida profesional y nuestra vida personal.

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