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CURIOSIDADES

Normas que cumplir en el aula de derecho

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Pronto dará comienzo el nuevo curso académico, posiblemente uno de los más extraños y complejos vividos hasta ahora. Compartiremos aulas con nuestros compañeros, sentados a metro y medio de distancia, y escucharemos las enseñanzas y explicaciones de nuestros profesores de Derecho para convertirnos en buenos juristas. Bien, pues como buenos juristas debemos practicar con el ejemplo y cumplir dentro de las paredes de la facultad con una serie de normas que, a menudo, se nos olvidan o, simplemente, desconocemos.

  • No se puede grabar al profesor sin su consentimiento. En muchas ocasiones, cuando el profesor explica muy deprisa y no conseguimos recoger todas sus palabras en nuestro documento de Word con el teclado, nos sentimos tentados de conectar la grabadora de nuestro teléfono o portátil para grabar su explicación y poder después reproducirla en nuestra casa para redactar nuestros apuntes. Grabar al profesor, ya sea con imagen y sonido o simplemente con sonido, sin su consentimiento expreso es un delito recogido en la Ley de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales que atenta contra el artículo 18 de la Constitución Española, relativo al derecho fundamental de la intimidad personal. No obstante, si preguntamos al profesor y obtenemos su consentimiento expreso, estas clases podrán ser grabadas.

  • No se pueden fotocopiar libros. Los manuales y códigos de leyes están sujetos a la Ley de Propiedad Intelectual e Industrial, que protege los derechos de sus autores y establece que se penalizará a quien “edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor, edite o reproduzca mayor número de los ejemplares debidamente autorizados y que importe las copias ilegales con miras a su distribución al público”. Es decir, adquirir fotocopias de manuales está totalmente prohibido. Como alternativa, dado que muchos de estos manuales suelen tener precios elevados, proponemos desde esta entrada su consulta en la biblioteca de tu universidad.

  • Insultar a un profesor en las redes sociales puede no salir gratis. Lo que antes se hacía en las cafeterías o en los pasillos de la facultad, con la llegada de las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales ha cambiado, incluida la forma de criticar a nuestros profesores y profesoras. Hoy en día es habitual acudir a redes sociales como Twitter para descargar nuestra ira contra un profesor que ha sido exigente en un examen o que, más bien al contrario, no se ha preocupado por sus alumnos a lo largo del curso. No obstante, tenemos que ser cautos, pues estos insultos en las redes sociales pueden llegar a constituir un delito de injurias (es injuria, según el artículo 208 del Código Penal, “la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación”) o, en función de sus términos, incluso un delito de amenazas, ambos denunciables a instancia de parte, es decir, del profesor en el caso de que llegue a enterarse.

Además de estos delitos en las aulas que, por desgracia, son recurrentes, cada universidad tiene su propio reglamento de ordenación académica que es aconsejable revisar antes del inicio del curso académico, pues en él se encuentran, no sólo nuestras obligaciones como estudiantes, sino también nuestros derechos.

Por último, también es importante que este nuevo curso académico estará marcado por otras nuevas normas derivadas de la pandemia mundial que estamos viviendo que habremos de cumplir en las aulas, tales como el uso de mascarilla en todo momento, guardar la distancia de seguridad mínima de metro y medio o no fumar en las inmediaciones de la facultad si no se puede garantizar la distancia de dos metros. Será muy importante cumplir con estas nuevas normas si queremos continuar asistiendo a clases presenciales y disfrutando de la compañía de nuestros compañeros de clase.

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