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CURIOSIDADES

¿Qué oportunidades existen para juristas fuera del despacho?

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Si bien el ejercicio tradicional de la abogacía o el acceso a la función pública son los caminos más populares entre los jóvenes juristas que acceden al mundo laboral, existen numerosas alternativas profesionales menos tradicionales, pero cada vez más valoradas. Hoy, el mundo laboral demanda perfiles jurídicos en sectores innovadores, desde compliance y protección de datos hasta consultoría internacional o gestión empresarial.

Consultoras

Firmas como las Big 4 (EY, Deloitte, PwC o KPMG) cuentan en su plantilla con juristas que no solo dominan la legislación, sino que también entienden cómo aplicar esas normas dentro del contexto empresarial. De hecho, algunas de estas consultoras se colocan en los rankings de facturación junto a los despachos de élite. Tal como define Deloitte: “No somos un despacho, sino asesores legales que operamos dentro del ecosistema empresarial, con enfoque en los riesgos y las oportunidades de negocio.”

El trabajo en consultoría fusiona conocimientos jurídicos con una visión estratégica del negocio y habilidades de gestión. Las tareas pueden variar desde auditorías legales en procesos de compraventa de empresas (due diligence), hasta la adaptación de contratos a entornos digitales (como SaaS o blockchain), el diseño de programas de cumplimiento (por ejemplo, planes anti soborno) o el asesoramiento en fiscalidad internacional.

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Los requisitos clave incluyen manejo avanzado del inglés (pues la mayoría de los proyectos son internacionales), capacidad para simplificar el lenguaje jurídico e interés por profundizar en otras áreas como finanzas o análisis de datos.

Legaltechs: Este término engloba un amplio conjunto de herramientas digitales aplicadas a funciones jurídicas. La integración de tecnología en el ámbito legal ha impulsado nuevos modelos de prestación de servicios que no solo optimizan el trabajo de abogados y otros profesionales del derecho, sino que también facilitan a los usuarios el acceso a determinados servicios legales.

Entre los servicios más relevantes destacan:

  • Automatización documental: sistemas inteligentes que generan contratos y otros textos legales a partir de plantillas inteligentes.
  • Revisión legal asistida por IA: softwares capaces de analizar grandes volúmenes de legislación o jurisprudencia para identificar cláusulas clave, detectar riesgos.
  • Resolución de conflictos online: servicios de mediación y arbitraje online relativos a disputas de bajo valor. Ofrecen procesos rápidos, digitales y con costes reducidos frente a la vía judicial tradicional. Estos servicios son especialmente útiles en casos como: disputas de consumo o reclamaciones a aerolíneas por retrasos, overbooking, cancelaciones, etc.
  • Asistencia jurídica automatizada: permite a los usuarios obtener asesoramiento sobre cuestiones jurídicas básicas y realizar trámites legales simples interactuando mediante chatbots o formularios, sin necesidad de contratar a un abogado.
  • Análisis predictivo: programas que analizan datos, detectan patrones y realizan predicciones sobre procesos. Aplicado al ámbito jurídico, permite estimar la probabilidad de éxito de determinadas estrategias legales.
  • Gestión integral de despachos: los despachos de abogados y departamentos jurídicos utilizan software especializado que centraliza en un único entorno digital funciones como: administración de casos (seguimiento de expedientes, plazos procesales y documentación asociada), facturación y contabilidad, gestión de agendas, relación con clientes.

La figura del abogado de empresa (In-house)

Muchas compañías, especialmente multinacionales o grandes corporaciones, cuentan con un departamento jurídico propio que se encarga de asesorar internamente en cuestiones legales del día a día.

A diferencia del trabajo en un despacho, el abogado in-house se integra en la estructura empresarial y participa directamente en decisiones estratégicas.

Una de las principales ventajas de trabajar como jurista in-house es que brinda la oportunidad de comprender cómo el Derecho influye en la toma de decisiones empresariales. Desde la negociación de contratos hasta la gestión de riesgos o el cumplimiento normativo, el asesor jurídico participa en procesos clave que afectan a la estrategia y operativa de la empresa.

Conviene destacar que no todas las empresas cuentan con un departamento jurídico consolidado. En muchas, especialmente pymes y startups, una sola persona asume la función legal de forma transversal. No es extraño que se recurra a despachos externos para cuestiones especializadas, combinando así gestión interna y asesoría externa. Este modelo exige una buena capacidad de coordinación y una visión generalista del Derecho aplicado a la empresa.

Otras figuras emergentes

Adicionalmente, nuevos nichos jurídicos han dado lugar a nuevas profesiones especializadas, con oportunidades tanto en firmas legales como en empresas (in-house), consultorías o proveedores alternativos de servicios jurídicos (ALSPs).

Algunos perfiles demandados como nuevas opciones profesionales son: Legal Project Manager, Legal Design, Desarrollo de Negocio (Business Development), Comunicación y Marketing Jurídico, Recursos Humanos, Gestión del conocimiento, documentalista jurídico,
paralegal o secretariado jurídico.

Como hemos visto, el mundo del derecho no se reduce a la abogacía. Existen multitud de opciones donde el Derecho se entrelaza con otras disciplinas como la tecnología, los negocios o la estrategia. Desde consultorías que buscan perfiles híbridos hasta startups que necesitan abogados con mentalidad innovadora, las oportunidades son muy variadas y, en muchos casos, mejor remuneradas que las opciones clásicas. Tu formación como jurista es el pasaporte para acceder a un mundo laboral dinámico, lleno de posibilidades que van más allá de las fronteras tradicionales de la profesión.

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