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Consejos sobre elaborar un Curriculum para una firma de Abogados

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¡Las primeras impresiones importan!¡Y mucho! Y esto no aplica únicamente en nuestro entorno personal, sino que es perfectamente extrapolable a nuestra vida profesional o académica. De esta manera, hay que ser siempre precavido cuando conocemos por primera a un juez, a un profesor, a un compañero, a un cliente y ¿por qué no? A un entrevistador. Por eso hoy quería hablaros de la importancia de cuidar la estética de vuestro curriculum vitae o de las cartas de presentación que entreguéis en los procesos de selección de los despachos, ya que esa es la primera imagen que se percibe de vosotros: vuestra primera impresión.

Todos coincidiremos en que lo ideal es que ese primer contacto sea a través de una entrevista personal en la que daros a conocer, sin embargo, no hay que olvidar que un despacho de abogados o una empresa puede recibir a lo largo del año cientos e incluso miles de candidaturas… ¿Imagináis la inversión en tiempo, personal y recursos que se debería llevar a cabo para tener la oportunidad de conocer personalmente durante media hora a cada candidato? Si tan solo se presentasen 1.000 personas, estaríamos hablando de más de 500 horas…A 40 horas por semana, más de 3 meses solo en la primera fase… Por eso mismo, un primer contacto a través de un currículum, una carta de presentación o un expediente es algo inevitable y muy expandido en la práctica, ya que es algo cómodo que permite seleccionar quién tiene un perfil que puede encajar con el puesto de trabajo.

De esta manera, los recursos humanos de los despachos determinarán si sois aptos para llegar a la siguiente fase del proceso de selección examinando esa documentación por lo que es importante que, en primer lugar, transmita quiénes sois y qué podéis aportar a la empresa en la que queréis trabajar y, en segundo lugar, que os permita diferenciaros de los demás. Es como si estuvieseis diseñando vuestra tarjeta de visita (pero algo más desarrollado).

De esta manera, deberéis prestar especial atención a los siguientes elementos:

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En primer lugar, es recomendable utilizar una plantilla (aunque no obligatorio: si sois capaces de diseñar de cero vuestros documentos, desde luego ganaréis en originalidad y evitaréis encontrar copias de vuestra documentación). Para ello, hay que elegir una que refleje la seriedad que queréis transmitir, que sea sencilla, que tenga unos campos acordes a lo que podéis necesitar y que aproveche correctamente el espacio. Tenéis decenas de páginas webs o aplicaciones que os pueden dar ideas o que os permitirán bajar gratuitamente una plantilla. Algunos ejemplos son las plantillas de Word o Canva, pero hay muchas más.

En segundo lugar, ¡máximo una página! Esto es algo que tiene que quedar muy claro, ya que muchos recursos humanos desechan directamente aquellos currículos que tengan más de una página al considerar que no sabéis ser sintéticos, cualidad muy bien valorada. Esto en el despacho pasa un poco igual, si un socio con poco tiempo os pide que elaboréis un informe para ponerse al día sobre el estado de una cuestión jurídica, no podéis entregar un informe de 200 páginas, sino algo breve, claro, sencillo y conciso. Por ello, es importante saber seleccionar qué cualidad y aptitudes queréis destacar de vosotros mismos. Por poneros un ejemplo, si a lo largo de vuestra carrera, habéis asistido a 25 ciclos de conferencias y queréis solicitar una plaza en un despacho penalista: ¡no pongáis todos, sino únicamente aquellos que versen sobre el Derecho Penal! Pero, ojo, no vale llegar a una página poniendo una letra diminuta que de dolor de cabeza intentar leer, ¡hay que facilitar la tarea del seleccionador!

En tercer lugar, el diseño de vuestro currículum debe ser intuitivo: las distintas secciones que queráis incluir deben poder distinguirse con facilidad, por ejemplo, a través de títulos o subtítulos de otro tamaño, cuadros que separen las distintas secciones o cambios de color en función de si habláis de vuestra vida académica, de vuestra vida profesional o de los idiomas. Para favorecer esto, podéis, por ejemplo, aprovechar los emojis (por ejemplo, para indicar cuál es vuestro teléfono, vuestro email o vuestro LinkedIn, el cual es recomendable incluir siempre y cuando esté actualizado) o incluso con los logos de las universidades en las que habéis estudiado o de las empresas en las que habéis trabajado, formando así un currículum más visual. Igualmente, dentro de cada sección, debéis respetar esa coherencia: ordenad las distintas etapas de vuestra vida académica/profesional en orden cronológico o en orden cronológico inverso (últimamente, está más de moda este segundo criterio, pero, independientemente de la forma en que lo hagáis, que sea intuitivo) y respetad el mismo orden en las secciones, por ejemplo, primero indicar la fecha, luego el lugar y luego el curso que estuvierais realizando o el puesto que ocupabais en la empresa.

En cuarto lugar, un elemento que puede ser interesante de analizar es la fotografía: ¿ponerla o no ponerla? ¡Esa es la cuestión! Aunque es cierto que en el resto de Europa esta práctica no se estila, llegando incluso a desechar todos aquellos currículos que tengan fotografía, en España sí, incluso se facilita la tarea de los recursos humanos ya que, al poneros cara, si pasáis a la fase relativa a la entrevista, les será más sencillo asociaros con el contenido de vuestro currículum. Básicamente, le dais una ayuda extra para que os recuerde y os reconozca. Pero, cuidado, ¡no vale cualquier foto! Recordad que todo lo que contenga vuestro cv (el tipo de letra, el color, la plantilla, el contenido y por supuesto la foto) tiene que transmitir lo que vosotros queráis. Si queréis transmitir seriedad y profesionalidad, buscad una foto que refleje justo eso, y si no tenéis, más vale no ponerla.

En quinto lugar, el diseño de vuestro currículum debe plasmar la estrategia que queráis seguir, porque, claro, con un espacio limitado, hay que pensar muy bien qué poner y cómo hacerlo. Os pongo un ejemplo, si un estudiante no ha tenido la ocasión de hacer prácticas en un despacho, pero sí ha trabajado dando clases particulares y, por otro lado, tiene una formación académica increíble con dos carreras, erasmus, un curso de mediación y una beca para estudiar derecho americano en el extranjero, lo más inteligente sería poner en primer lugar los datos académicos para destacarlos. Pero si en cambio, un estudiante ha estudiado Derecho, pero a nivel laboral ha hecho prácticas en 3 despachos y uno de ellos, incluso en el extranjero, yo, en su lugar, plasmaría en primer lugar los datos sobre mi vida profesional. ¡Todo es cuestión de estrategia! Pasa un poco igual con los apartados que queréis que contenga vuestro CV: no están reglados en ningún lugar y podéis adaptarlos a vuestras necesidades. Por ejemplo, si habéis hecho muchísimos voluntariados podéis hacer un apartado solo para eso o si habéis escrito muchos artículos, solo con publicaciones o si habéis participado en muchas competiciones de debate, un apartado para torneos y logros en debate o si tenéis un manejo muy avanzado de bases de datos jurídicas, listadlas… ¡Hay mil opciones así! ¡Haced el cv vuestro!

Y por último y no por ello, menos importante, revisad bien vuestro currículum para que no haya ni faltas de ortografía ni errores tipográficos (que sea legible, que no haya dobles espacios, que en mitad de una frase no cambie el tamaño o el tipo de fuente, que la fuente transmita seriedad, que esté bien alineado…). Para ello hay que prestar mucha atención, pero ¡imaginad la imagen que se lleva de vosotros un seleccionador cuando en una sola página encuentra faltas de ortografía! Vuestro currículum transmite lo que sois y en este caso transmitiría descuido y desinterés, así que mucho cuidado.

¡Y eso sería todo en lo relativo a la estética de los currículos! Si tuviera que resumir todo esto en tres ideas sin duda serían:

1. Haced el currículum vuestro;

2. Tened muy claro qué queréis que transmita; y

3. Revisadlo bien.

¡Espero que os haya servido! Estoy convencida de que aplicando todo esto, no tendréis que arrepentiros de una mala primera impresión en el ámbito profesional.

Celia herrero

Autor: Celia Herrero Cantó. Trainee en el departamento de Derecho Mercantil de Garrigues

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