Polémica: Despachos de Abogados contratando a Políticos Retirados

José María Aznar en Latham & Watkins, José Bono en Cremades & Calvo-Sotelo, Albert Rivera en Martínez Echevarría, María Dolores de Cospedal en Albiñana & Suárez de Lezo, Soraya Sáenz de Santamaría en Cuatrecasas, Francisco Caamaño en CCS Abogados, Rafael Catalá en Herbert Smith Freehills, Alver… La lista de políticos que, una vez retirados, fichan por grandes despachos de abogados es interminable, pero, ¿por qué? ¿cuál es el atractivo jurídico de los políticos? ¿por qué los despachos se rifan a políticos cuando estos abandonan su carrera pública? En esta entrada os contamos las principales razones.

Derecho, la formación de base de la mayoría de políticos

Cualquiera podría pensar, y sería totalmente lógico y lícito, que para ser político es necesario contar con estudios en ciencias políticas. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente. La mayoría de los políticos ha estudiado Derecho (o algún programa conjunto que combina el Derecho con otras ciencias como la Economía) al tiempo que comenzaban sus andaduras en la vida política. Figuras como Mariano Rajoy, que estudió Derecho y es Registrador de la Propiedad, Soraya Sáenz de Santamaría, que también estudió Derecho y es Abogada del Estado, o José María Aznar, que estudió Derecho y fue funcionario de Hacienda como Inspector de Finanzas del Estado, son algunos de los claros ejemplos.

Si bien es cierto que no hacen falta estudios específicos para ser político y la carrera en Derecho suele ser la más repetida, también los hay que han estudiado otras ciencias, en su mayoría económicas, como el actual Presidente Pedro Sánchez, pero también sociología, ciencias de la salud, o, incluso, Filología Catalana en el caso de Carles Puigdemont.

Asesores legales, más que abogados

Cuando un gran despacho contrata a un expolítico, suele hacerlo más en calidad de asesor legal que en calidad de abogado. Su función, por tanto, está más encaminada a asesorar al bufete sobre qué acciones tomar y cuáles no para proceder correctamente dentro del mercado legal, para posicionarse mejor respecto a despachos de la competencia, para crear o mejorar sinergias con otras empresas, etc. De manera sencilla, estas personas son las que mejor conocen cómo funciona realmente un Estado y pueden aportar valor a estos grandes despachos.

Influencia

Contar en tu despacho con un expresidente de gobierno o con un exministro, más que por los conocimientos legales que éste pueda aportar, es significativo por el estatus, el posicionamiento y la red de importantes contactos (que suele transformarse en una buena cartera de clientes) que puede aportarle al bufete.

Además, hay algunos despachos, que más que buscar la defensa de los intereses de sus clientes, tienen una mayor fijación por ejercer presión y actuar como lobbies, por lo que contar con figuras representativas en su plantilla aumenta sus posibilidades de presión en ciertos ámbitos, tanto nacionales como internacionales.

¿Posibles incompatibilidades?

Hay que tener cuidado, no todo vale. Precisamente porque los ex políticos más cotizados en el sector legal son, al mismo tiempo, los que más conocen las entrañas del Estado, existen en el ordenamiento jurídico numerosas incompatibilidades para que éstos desempeñen con posterioridad labores en el sector privado. Por ejemplo, ¿cómo va a poder asesorar a un despacho de abogados con el objetivo de conseguir que sus clientes eludan impuestos la persona que ha redactado la ley tributaria de que se trate? Para evitar estas incompatibilidades, es preciso contar con el visto bueno de la Oficina de Conflicto de Intereses antes de proceder a firmar el contrato con el despacho.

No obstante, como desde algunos sectores jurídicos se ha puesto de manifiesto, tampoco es preferible una legislación muy estricta e inflexible, pues podría derivar en que la clase política no pueda profesionalizarse después de retirarse y decida aferrarse a su sillón.