15 Consejos para tener éxito en las prácticas

Todos podemos intuir la importancia de realizar las prácticas en un despacho de abogados, pero pocos entienden realmente la trascendencia de sentar unas buenas bases en su formación profesional como abogado para afrontar con éxito el inminente futuro al que están a punto de enfrentarse. A los más despistados os he de advertir que después de las prácticas no hay nada más, sólo os quedará el limbo entre finalizar el máster de abogacía y vuestra colegiación en la Abogacía. Hay una excepción a esta regla general y es la siguiente: Destacar en el despacho en el que realicéis vuestras prácticas curriculares ya que, si dais la talla, tenéis altas posibilidades de quedaros allí durante los próximos años.

Para facilitaros la tarea y evitaros los porrazos en la cabeza que todo novato sufre al empezar, os dejo algunos apuntes personales para que partáis de una base sólida en cuanto al proceder propio de un bufete de abogados, pero primero unas cuantas cuestiones de protocolo.

– Desarrolla cercanía con las personas de tu oficina. No por interés de ningún tipo, sino porque vais a ser convivientes durante los próximos meses. Tratar de familiarizar el lugar de trabajo lo hace más cómodo emocionalmente hablando.

– Trabaja el networking. Agrega a tus compañeros y jefes en LinkedIn para tener constancia de sus publicaciones, que generalmente están vinculadas al despacho, y, a la par, vayan teniendo noticia de tus logros (o que simplemente te pongan cara).

– El dinero es lo de menos. Si eres bueno no te va a faltar el dinero y, a diferencia del funcionariado, si eres muy bueno en esta profesión, puedes acabar siendo “rico”. Es por ello que al inicio debes priorizar es el aprendizaje, sentando unas buenas bases de actitud y forma de proceder antes que centrarte en el beneficio económico.

– Sé agradecido. Aunque pueda parecer que le estás haciendo un favor al bufete, vuestra relación es simbiótica; es decir, ellos también te están dando una oportunidad a ti y, en muchos casos, tu primera oportunidad dentro del mercado laboral.

– Conoce tu sitio y la jerarquía de la cadena de mando. Respondes siempre frente a tu tutor de prácticas ya que es él quien te asigna los casos, por lo que, en caso de duda, acude a él para aclarar cualquier incidencia.

– Humildad. Nada de soberbia. Escucha activamente, toma notas y pregunta sin miedo al socio siempre que no te quede claro algo o necesites más información del asunto y a tus compañeros si son asuntos de menor importancia.

– Pregunta el orden de prioridades. No te vayas del despacho del socio sin saber siempre la urgencia de los asuntos que te encargue.

– Pide modelos. No seas kamikaze de redactar algo desde cero porque pierdes mucho tiempo. Trabaja en base a modelos modificando lo que sea necesario.

– Está al corriente de la actualidad. La abogacía es una profesión de pensar y buscar soluciones, por lo que, cuanto más sepas sobre el mundo, mayor facilidad tendrás para encontrarlas.

– Sobreinfórmate. No envíes ni vayas al socio con lo primero que se te ocurra, dale vueltas y sigue investigando cada elemento que te encuentras para dejarlo bien atado.

– Los ganadores no ponen excusas, ofrecen soluciones. Aunque el caso en principio esté perdido, e incluso sea contrario a la literalidad de la ley, no te rindas. Los jueces te van a sorprender más de una vez.

– Ten confianza. Si tras investigar no se puede, es que no se puede. Aunque el cliente quiera hacer malabares para que la ley respalde sus intereses, hay veces en las que es imposible.

– Deja todo documentado y justificado, preferiblemente en e-mails, para tener acceso a él cuando sea necesario y así poder olvidarte durante semanas.

– Practica tu oratoria. Te va a tocar desenvolverte constantemente cada vez que tengas que explicarle tus conclusiones al socio o en las exposiciones que hagas a todos los miembros del despacho.

– Las broncas nunca son algo personal. Lo contrario sería la indiferencia y la complacencia. Es mejor 1 crítica constructiva que 10 halagos por hacer tu trabajo. Cuanto más te exijan más te están puliendo. Si te vas a ofender mejor quédate en casa.